pero segun el aviso que tenemos, se han liecho en Trento por algunos prelados algunos apuntamientos y articulos a este fin, diziendo que los han de proponer, que todo ello paresce yr endereyado a nos desviar por este medio e intimidar en la insistencia que hazemos en esto de la liber- tad dei proponer; cerca de lo qual podreis dezir a su S. que aviendose juntado el concilio para la uuion, paz y concordia de la yglesia, y para reformacion principalmente dei estado eclesiastico, que nos ha de ser a todos exemplo tocarse ni tratarse en el materia de interesses de principes de que necessariamente resultaria tanto disturbo, escandalo y discordia, su y. con su gran prudentia podra bien juzgar si seria bueno y cristiano consejo en el estado que la yglesia se halla. y si es mas necessario y con- veniente el faborescer y atraer los principes que no exasperarlos e irritar- los con semejantes platicas, principalmente que por justificados que fuessen los puntos y negocios que se propusiessen, interviniendo en ello, como intervendria interesse entre los eclesiasticos y los principes, y queriendo los mismos eclesiasticos tratar y determinar, facilmente en tiempos tan calumniosos y tan peligrosos, se daria occasion para atribuirlo a fines particulares, y en poca auctoridad y reputacion dei concilio; y podreis dezir a su S. que esto no lo advertimos por lo que a nos toca, porqne los derechos y preeminencias y cosas que posseemos y son de las coronas de nuestros reynos y estados, las tenemos por muy justos muy antiguos y muy canonicos titulos, y que ni tenemos para que las meter en juizio ni temer en ellas juizio, y que antes nos competen muchas otras en las mismas materias que podriamos con razon pretender, y se nos deven permitir, y que assi para nos es de ninguna importancia y de ningun im pedimento la dicha libertad de proponer; y quando nos fnera de mucha, y se aventurara en ello todo lo que se puede aventurar, no nos fuera ni sera embara^-o ni impedimento pari assistir e insistir en aquello que entendemos que al servicio de Dios y de su religion y auctoridad de su yglesia conviene, lo qual preferimos y preferiremos siempre a todos otros qualesquier fines particulares humanos. Demas de lo que toca a la libertad en lo dei proponerse apunto a su